Muchas cosas han cambiado a raíz de las nuevas tecnologías, principalmente del Internet. Así como la amistad, otro tipo de relaciones han pasado a un nuevo nivel, entre ellos el amor, el cual puede atravesar todo tipo de barreras físicas para convertirse en una relación virtual.

Si bien, mucha gente no podría imaginar el hecho de enamorarse a través de Internet como algo posible, actualmente, lo es y sucede con mucha frecuencia. Resulta que, como ya se ha mencionado en artículos anteriores, al estar en la web muchas personas, se sienten libres de ser juzgadas, la presión social desaparece y pueden ser ellos mismos; por lo cual, al entablar una relación con alguien más, están casi seguros de que es algo sincero y recíproco

Este tipo de relaciones han generado diferentes puntos de vista, algunos defendiéndolas y otros sentenciándolas, ambas con justificadas razones.

Seguramente, algunos de nosotros en un momento de nuestra “vida virtual” hemos conocido a alguien que, a pesar de la gran distancia, de la nula interacción física y de la duda sobre su verdadero ser, se ha vuelto el centro de nuestra vida, nuestros pensamientos e ilusiones. ¿Cuántos no se han desvelado, aún con trabajo o clases a primera hora, con tal de seguir hablando con dicha persona?.

¿Vale la pena?

Ahora, ¿en verdad vale la pena todo ese esfuerzo que se hace por no “alejarse” de ese amor a distancia? ¿Acaso esa persona te espera y es fiel de la misma manera en que tú lo haces? ¿Tiene futuro ese romance casi al estilo “Romeo y Julieta” actual, en el que la distancia es nuestro enemigo?

La respuesta es algo relativo… si bien puede ser un “sí”, también puede ser un “no”. No hay una fórmula científica que nos asegure que siempre habrá el mismo resultado en ese tipo de relaciones y eso es lo desesperante, pero a la vez interesante de vivir un amorío por Internet.

¿Te juzgarán de loco? Quizá, pero también podrías ser tú quien haga la diferencia, todo depende de ti y de la persona a quien “amas”.

Hay que tomar en cuenta muchas situaciones de parejas que se conocieron en la web y están felizmente casados, pero de la misma manera hay muchos otros casos de parejas que terminaron casi como enemigos y el corazón destrozado por mentiras, desconfianza e inseguridad.

También se hizo un estudio actualmente, en el que se aseguró que las parejas que se conocieron por Internet y se casaron, gozan de mayor felicidad que las que lo hicieron “frente a frente”, pero yo creo que todo depende de las personas y de las ganas que le echen a la relación.

Ten en cuenta que…

Un grave error que se comete en Internet es el enamorarse del físico, es decir, de una fotografía. ¿Cómo podemos asegurar que es realmente la persona por quien estamos suspirando? Aún si fuera así, recordemos que existen muchas maneras de editar y arreglar imágenes, haciendo lucir inclusive al menos agraciado sumamente atractivo. Si bien, la imagen y el físico, como dicen, sí importa, no debe ser el centro de nuestra atención o ya estamos en un error que nos puede llevar a convivir el resto de nuestros días con la peor persona para nosotros.

También hay que tomar en cuenta que así como nosotros en algunas ocasiones omitimos parte de nuestras vidas y realidad, de la misma manera, otros tienden a mentir sobre ellos para parecernos más agradables o a fingir ser alguien que no son. De la manera que sea, siempre debemos estar muy atentos y analizar todo antes de tomar un paso tan importante como una relación virtual.

De una u otra forma, la verdad siempre termina saliendo a la luz, sólo que en ocasiones puede demorarse un poco en hacerlo, por lo cual aconsejo que, nos enamoremos o no de alguien virtual… no nos desvivamos por esa persona y disfrutemos la vida, pues uno no sabe lo que hay más allá de la interfaz.

Sin más por el momento me despido en esta ocasión. Saludos virtuales y ¡hasta la próxima!