Los coronavirus suelen ser comunes en todo el mundo según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América, aunque sólo algunos llegan a causar enfermedades respiratorias. Estos virus no son exclusivos del ser humano, ya que otros animales, tales como los gatos, los perros, los caballos, o hasta las ballenas, pueden contar con ellos sin mayores problemas.

 Según la Organización Mundial de la Salud, los coronavirus son virus comunes que la mayoría de las personas contraen en algún momento y por lo general causan enfermedades leves a moderadas de las vías respiratorias. El SARS-CoV-2 no es un virus artificial (como dirán algunas teorías conspiranóicas) sino que surgió por selección natural a partir de otros virus de la familia Coronaviridae. Entre ellos hay un par que son bien conocidos: el SARS-CoV y el MERS-CoV. El primero fue el que causó la epidemia del SARS en el 2002-2003, el segundo fue el responsable de la epidemia del síndrome respiratorio del Oriente Medio en 2012.

 El doce de diciembre de 2019 fue el día que se declaró epidemia por un nuevo CoV. Este nuevo virus fue detectado en la ciudad china de Wuhan, esto por la aparición de una nueva enfermedad sospechosa detectada en un mercado local. A partir de este evento, se iniciaron los procedimientos para identificar y estudiar lo que probablemente sería una nueva cepa de virus de los SARS-CoV.

 El virus fue aislado por primera vez de cinco pacientes infectados y, como en ocasiones pasadas se habían aislado otros SARS-CoV en ambientes similares (es decir, en mercados y en temporada de invierno), había sospecha de que se tratara de otro de la misma familia. Las muestras fueron analizadas y se identificó un genoma de alrededor 29,891 pares de bases y se mostró que el nuevo coronavirus era también de origen animal, lo que significa que la nueva infección se trata de otro caso de zoonosis (contagio de animal a humano). Sin embargo, el SARS-CoV-2 no tenía al SARS-CoV como pariente más cercano, sino que se identificó que de entre los miembros del género Betacoronavirus, el más parecido era el virus BatCoV-RatG13 (el genoma del nuevo virus es similar en un 96%), el cual es un virus que infecta a murciélagos del genero Rhinolophus y a pangolines malayos (Manis javanica).

 Estos hallazgos en la cercanía filogenética que comparten podrían ser una evidencia de que el SARS-CoV-2 pudo haberse originado en murciélagos o parientes cercanos. Sin embargo, la transmisión directa desde murciélagos o pangolines a humanos en épocas recientes parece poco probable debido a la distancia genética entre estos virus, pues el linaje del SARS-CoV-2 podría haberse separado de los coronavirus de murciélago incluso hace 40 años, por lo que se están buscando CoVs más similares al SARS-CoV-2 en otras especies que pudieron ser intermediarias hacia los humanos.

Referencias asociadas

Briones C, Peretó J. (2020). El origen del coronavirus SARS-CoV-2 a la luz de la evolución. The Conversation. URL: https://theconversation.com/el-origen-del-coronavirus-sars-cov-2-a-la-luz-de-la-evolucion-136897

Boni FM, et al. (2020). Evolutionary origins of the SARS-CoV-2 sarbecovirus lineage responsible for the COVID-19 pandemic. Biorxiv. doi: https://doi.org/10.1101/2020.03.30.015008.

Zhou P, et al. (2020). A pneumonia outbreak associated with a new coronavirus of probable bat origin. Nature, 579. doi.org/10.1038/s41586-020-2012-7.

Revista Redacción Médica (2020). Coronavirus: origen, evolución y por qué no es igual que el SARS y el MERS.

Recuperado de: https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/coronavirus-origen-evolucion-por-que-no-es-igual-sars-mers-1429