Entrevista con Danielle Albertos, directora del Proyecto Nessun Dorma

Danielle abre su estudio, un cuarto lleno de cuadros renacentistas iluminados con matices dorados que rebotan en una pequeña puerta. Es alta, de ojos claros. Lleva un vestido largo lo suficientemente fresco para el clima de Mérida. “A los niños hay que fomentarles el gusto por el arte. Llevarlos a un museo solamente para cumplir y que el niño termine más confundido que cuando llegó, no sirve de nada”. La entrevista comienza antes de que nos demos cuenta, apenas entramos comienza a hablar de su proyecto: “Puedo pasar horas hablando de esto, es como mi bebé”.

Para Danielle Albertos, el arte universal no puede quedarse en un plano de incomprensión, uno debe de conocerlo antes de decidir si es acreedor de nuestro aprecio o no. Hace diez años estableció una galería, Arte de Florencia, en la cual ofrecía reproducciones de obras del arte universal hechas en Italia con fines decorativos. “Fui diplomática en Italia, estas reproducciones yo las tenía en mi casa de Roma, decorándola. Viví en Chile un tiempo y luego volví a México. Trabajé con mis papás en una fábrica de muñecas, imagínate, una fábrica de muñecas. Después volví a Mérida, decidí quedarme porque comenzaba a dar los destellos de lo que es hoy”, comenta.

 

Arte Pictórico y Realidad Aumentada

 

Nessun Dorma (Que Nadie Duerma en italiano)  inició en el 2011, hace dos años fue becada por el Ayuntamiento de Mérida y la CONACULTA -hoy la Secretaría de Cultura- para cursar el Diplomado en Gestión y Marketing Cultural y el proyecto de arte fue su examen final.

El propósito era realizar una exposición con la curaduría de un museo, con una colección de reproducciones oficiales de obras del arte pictórico universal. Esto aunado con la realidad aumentada hace que la experiencia de ver una obra de arte sea completa: el producto y su contexto en una sola visita a la exposición.

 

Con una tableta u otro dispositivo electrónico, los espectadores pueden observar la animación de la obra que están contemplando, mientras una voz en off realiza una narración con  datos que te acercan a la pintura mediante un contexto interesante.

dispositivo electrónico, los espectadores pueden observar la animación de la obra. Fotos: Katia Rejón

Con un dispositivo electrónico, los espectadores pueden observar la animación de la obra. Fotos: Katia Rejón

 

“Los lienzos son tipo gobelino, los despliegas y aquí está la obra”, dice mientras me muestra una preciosa reproducción de “El Nacimiento de Venus” de Botticelli sobre algodón puro, las reproducciones están hechas sobre canvas, lo más cercano al original. Las impresiones se realizan con base en fotografías madre que reproducen fielmente el punto de color, pixel por pixel.

La primera exposición con una colección de arte se realizó en un huerto orgánico en la colonia Chuburná: “Teníamos 15 lienzos de arte renacentista entre calabazas y chiles habaneros. En ese momento aún no contábamos con la tecnología de realidad aumentada, eso vino después. Fue importante ver cómo el lugar era lo de menos ya que para la gran mayoría de los asistente fue su primer contacto con el arte”, detalla.

La realidad aumentada comenzó cuando Danielle conoció al diseñador multimedia Josué Abraham y se dio cuenta de que a través de la tecnología se podía motivar a los niños y jóvenes a acercarse al arte de una manera divertida e innovadora: “Hemos hecho un trabajo muy gratificante, las herramientas digitales  encantan a las nuevas generaciones”.

“Hay que ser muy cuidadosos para la animación de la obra. Por ejemplo, en el bodegón de Cezanne no podíamos hacer que se muevan las frutas porque ya caería en una caricatura. Le sugerí a Josué que animáramos la obra como si el pintor estuviera realizando el sketch, la falla prieta y luego naciera poco a poco el color”. La parte creativa, cuenta, es la más difícil del proceso. Han animado obras como “El David” de Miguel Ángel  sin caer en la irreverencia, porque con el arte, dice Danielle: “debemos guardar un gran respeto, es el lenguaje del alma”.

La primera colección de arte fue adquirida por la Fundación Legorreta-Hernández. “Es gente muy comprometida que ha hecho mucho por los que menos tienen. Se enamoraron del proyecto y el 4 de agosto del año pasado se inauguró una Casa Comunitaria en Tzucacab y en el gran patio se hizo la recreación de arte y fue fantástico”, comenta. Esta colección también fue expuesta en el CRIT Yucatán en noviembre del año pasado. “Fue una experiencia enriquecedora. Estuve presente porque funjo como una asesora permanente cuando obtienen las colecciones”.

Casa Comunitaria en Tzucacab

Casa Comunitaria en Tzucacab. Foto: Cortesía

 

Recientemente, el Ayuntamiento de Mérida adquirió una colección de 15 obras que representan el arte pictórico del Renacimiento hasta el Surrealismo, la museografía y la realidad aumentada se presentan en español y, por primera vez, en lengua maya. La colección es itinerante por lo que puede ser llevada  a donde se requiera: plaza, escuela, parque, galería y cumplir así con el derecho cultural de los ciudadanos del acceso universal al arte.

La intención de Danielle es clara: no tienes que ir a Italia para disfrutar de lo que hizo Boticcelli o Da Vinci hace más de 500 años “el arte se hizo para toda la humanidad”. Este proyecto es uno de los pioneros en utilizar la tecnología de realidad aumentada, y una muestra de que con mucha creatividad se puede entablar una conexión genuina entre el espectador y la obra de arte.