Desde siempre se han buscando nuevas formas de rastrear y usar las señales del cuerpo para mejorar la salud y controlar las enfermedades. Actualmente, existe información vasta acerca de los factores que nos puede provocar algún tipo de padecimiento: dicha información se puede organizar para proveer conocimiento para contender con dichos padecimientos.  Es en este contexto  que el ser humano ha modelado a partir de emular su propio cuerpo, para poder comprender su yo y su entorno, en forma de sensores Biológicos.

Un sensor es todo aquello que tiene una propiedad sensible a una magnitud del medio, y al variar esta magnitud, también varía con cierta intensidad la propiedad; es decir, manifiesta la presencia de dicha magnitud, y también su medida. En la medicina y la biotecnología, los sensores son herramientas que detectan procesos biológicos, químicos o físicos  y luego transmiten o reportan esta información, para su posterior análisis.

El dispositivo se compone de un transductor y de un elemento biológico, que pueden ser una enzima, un anticuerpo o un ácido nucleico. El bioelemento obra recíprocamente con el “analito” que es probado y la reacción biológica es convertida en una señal eléctrica por el transductor, como se ejemplifica en la figura 1 [Vargas-Bernal, et al 2012].

Figura 1. Esquema de un biosensor

Actualmente, el mercado de los biosensores sobrepasa la cifra de 5.000 millones de dólares. Un atractivo adicional para la investigación en los biosensores radica en su naturaleza multidisciplinar que demanda no sólo experiencia en: Química, Física, Biología e Ingeniería

También, se aplican como el campo farmacéutico, principalmente para el control de alimentos, del medioambiente así como en el campo de la clínica y la salud.

Lo que indica que cada vez son y serán utilizados para adquirir información sobre los parámetros del cuerpo humano y ayudarán en el proceso de diagnóstico y terapia, tales como los sensores para cuantificar la glucosa o bien para medir el nivel de oxigenación. Cabe mencionar que estos biosensores se clasifican de acuerdo a los bioreceptores que utilizan para llevar a cabo la medición de las señales biológicas, figura 2.

Figura 2, ejemplos actuales de equipos que utilizan diferentes tipos de biosensores.

Estos dispositivos podrán ser instalados en equipos tan cotidianos como los celulares, los relojes digitales actuales, o inclusive a nivel subcutáneo, donde realicen un monitoreo constante de cada paciente o en algunos casos mediante el uso de la nanotecnología poder suministrar medicamento controlado.

 Razón por la cual considero que la UNAM y la entidad en Yucatán deberá de voltear a esta tecnología para poder enfocarla a patologías donde el monitoreo es fundamental o inclusive en aplicaciones conjuntas como sería la telemedicina.

 

 

Referencia

 

Vargas-Bernal R, Herrera-Pérez G, Rodríguez-Miranda E (2012) Evolution and expectations of enzymatic biosensors for pesticides. Pesticides – Advances in Chemical and Botanical Pesticides. doi: 37959