A veces nos da mucho trabajo ponernos de acuerdo con nuestros amigos para hacer un plan el fin de semana, ahora bien, imagina entonces qué difícil ha de ser ponerse de acuerdo en “¿Cómo?” llevar a cabo las cosas en el trabajo con nuestro personal. Afortunadamente, para eso existe en nuestra legislación mexicana el Reglamento Interior De Trabajo.
En él se contienen las disposiciones relativas al desarrollo de las actividades que se realizan dentro de una empresa, las obligaciones y prohibiciones a las que debe sujetarse el trabajador, cumpliendo así con lo establecido en la Ley Federal del Trabajo y el contrato individual de trabajo, del cual ya hemos hablado.
El reglamento debe contener por lo menos, según la Ley Federal de Trabajo: horario de inicio y terminación de la jornada de trabajo, turnos, descansos, comidas, limpieza y remuneraciones; permisos y licencias; normas de prevención, seguridad e higiene; disposiciones disciplinarias, sanciones y procedimientos a seguir.
Éste debe ayudar a satisfacer objetivos para la empresa como: Disciplina, Productividad, Eficacia, Eficiencia, Calidad, Orden, Bienestar, Armonía, Seguridad
¿Cómo se forma?
Primero se debe constituir una Comisión Mixta conformada por representantes, tanto del patrón como de los trabajadores, y posteriormente dar inicio a la firma, difusión y aplicación del Reglamento Interior de Trabajo, pudiendo ser depositado ante la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado.
Debe ser colocado en las áreas más visibles de la empresa, así como proporcionar una copia a cada uno de los trabajadores para que éstos lo conozcan.
Es importante mencionar que una empresa, sin importar el tamaño, con un Reglamento Interior de Trabajo realizado conforme a la Ley tendrá un mejor respaldo legal documental respecto a las relaciones con sus trabajadores y en la organización y desarrollo de las actividades propias de la empresa.