Desde el comienzo de la vida en el planeta, los microorganismos se han comunicado por medio de señales químicas que les permiten interactuar en el medio en el que se encuentran.

En los ecosistemas existen una gran variedad de microorganismos los cuales cohabitan e interactúan entre sí. Estas interacciones pueden ser favorables para ambas partes, o uno de ellos puede afectar a otro u otros inhibiendo su crecimiento y regulando naturalmente la población del ecosistema.

En este contexto, se han identificado diferentes tipos de interacciones entre los organismos, como el sinergismo, comensalismo, simbiosis y el antagonismo. En este escrito nos enfocaremos en la interacción hongo-bacteria y la comunicación química y física que existe entre ellos (sinergismo, comensalismo, simbiosis y al antagonismo).

La interacción a través de la antibiosis es probablemente la categoría más antigua y más ampliamente estudiada, por lo tanto, mayor conocida; una guerra química donde la difusión de moléculas provoca la muerte de uno de ellos. El caso más conocido a la fecha es el del control biológico por medio de la producción de la penicilina beta-lactama, que fue identificado en una bacteria del género Penicillium frente a cultivos de Staphylococcus.

Sin embargo, también existen interacciones basadas en la señalización, donde otras moléculas tienen más efecto que los antibióticos; por ejemplo, algunos metabolitos bacterianos como los compuestos volátiles dañan las hifas de los hongos inhibiendo su crecimiento. Para que se lleve a cabo la dispersión y colonización de las bacterias en el sustrato, la disponibilidad de los nutrientes y la superficie de contacto es fundamental. Esta interacción puede ser  benéfica para ambas partes promoviendo la viabilidad, cuando uno de ellos degrada compuestos complejos que el otro no puede aprovechar por sí solo, pero una vez metabolizados sirven como nutrientes esenciales para su supervivencia

En el grupo de trabajo, se ha estudiado el potencial de las bacterias lácticas como antagonistas de algunos fitopatógenos de importancia económica en México, debido a los metabolitos que estas secretan y al amplio espectro donde pueden colonizar. Este trabajo se espera que sea la base para obtener en el futuro un método de control biológico sostenible y amigable con el ambiente.

Este tipo de enfoques son de suma importancia ya que hoy en día donde la seguridad alimentaria y la gestión sostenible de los ecosistemas usando métodos más amigables con el ambiente son fundamentales. Al mismo tiempo, los avances tecnológicos parecen estar destinados a transformar nuestra capacidad para hacer frente a estos problemas a través de la ciencia; es por esto que la biotecnología utiliza el conocimiento de estas interacciones para diferentes aplicaciones entre las que destacan fermentaciones, maduración de quesos, producción de metabolitos aprovechados para fines específicos, así como para evitar el deterioro de cultivos antes y después de su cosecha inhibiendo microorganismos fitopatógenos que ayuden a minimizar la pérdida de la producción de alimentos a nivel mundial.

Ensayo de inhibición de un hongo fitopatógeno por una bacteria ácido láctica