Entre risas, anécdotas y frappés, estudiantes de preparatoria se reunieron el sábado por la mañana con personas que, cuando tenían la misma edad que ellos, decidieron estudiar una carrera científica y, actualmente, son reconocidos investigadores a nivel nacional.

Fueron cuatro los científicos invitados a Quiu Café: la Dra. Matilde Jiménez Coello, directora del Centro de  Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY, la Dra. María Antonieta Fernández Herrera, investigadora del departamento de Física Aplicada del CINVESTAV-Mérida, el Dr. Ernesto Pérez Rueda, investigador del IIMAS-Mérida y el Dr. Eduardo Espadas Aldana, secretario académico de la Universidad Politécnica de Yucatán.

El encuentro  fue en el auditorio principal de la Unidad Académica de Bachillerato con Interacción Comunitaria (UABIC) de la UADY, en donde más de 100 estudiantes escucharon la historia de los investigadores, quienes compartieron con los jóvenes sus experiencia, desde las líneas de investigación a las que se dedican hasta las dificultades que encontraron en su camino.

Sin embargo, una era la pregunta del contraste, aquella que recordaba a cada uno de los investigadores invitados sus ilusiones de la adolescencia y las unía con las experiencias y madurez de la edad adulta: ¿Por Qué Soy Científico?

¿Por Qué Soy Científico?

Para el Dr. Eduardo Espadas, la historia se remonta a cuando era un niño y le gustaban los juguetes, sobre todo destruirlos y explorar cómo estaban hechos.  Al preguntarle por qué quiso ser científico, su respuesta fue clara: “Porque si no, quién lo va a hacer”. El Dr. Eduardo considera que la ciencia nos ayuda a entender y descifrar la naturaleza y los jóvenes deberían de considerar involucrarse en ella, ya que “hay que trascender y una manera noble, una manera relevante de hacerlo es a través de la ciencia”

Por su parte, El Dr. Ernesto exclamó: “Soy Científico porque… me gusta. Soy apasionado de lo que hago y además tengo la fortuna de estar en la UNAM. Me pagan por satisfacer mi curiosidad”. Congruente a sus motivaciones para ser científico, el Dr. Ernesto hizo un llamado a los jóvenes para que encontraran algo que los apasione y que de igual forma lean textos que contribuyan a su acervo científico y cultural, como la sección “Detrás del Paper” que pueden encontrar aquí.

Mientras tanto, la Dra. Marieta afirmó que también le gusta la ciencia y sobre todo trabajar en ella: “Trabajo en ciencia porque me gusta, es lo que sé hacer, tengo que vivir de lo que sé hacer y creo que no lo he hecho tan mal”. La Dra. resaltó que la ciencia le brinda la oportunidad de retribuir a su comunidad y que, aunque es originaria de la ciudad de Puebla, se siente muy feliz viviendo en Mérida y siente ese compromiso de retribución al lugar donde vive. Asimismo, exhortó a los jóvenes a buscar un problema que les guste e investigar sobre él “seguramente se inserta en alguna de tantas disciplinas de la ciencia”.

Finalmente, la Dra. Matilde aseguró que es científica porque de esta forma puede contribuir a la generación del conocimiento, lo cual es de suma importancia para la sociedad ya que “el conocimiento no es estático, se va actualizando, ¿por quién?, por quienes continúan haciendo este trabajo”. De igual forma, recomendó a los jóvenes a que se acercaran a la ciencia,  ya que la ciencia fomenta el pensamiento crítico y la actualización del conocimiento, el cual es indispensable en todas las disciplinas profesionales y resaltó, para aquellos que decidan dedicarse a la ciencia: “esto no es una carrera de mejor promedio o de rapidez, sino de perseverancia”

Quiu Café forma parte del programa Quiu Fest una iniciativa del Grupo de Divulgación Científica Quiu para comunicar la ciencia con el fin de incidir, a largo plazo, en el fomento de vocaciones científicas.