Todos nos hemos apasionado por algo en la vida, hemos soñado con hacer de esa pasión una realidad o un sueño cumplido. Y es verdad todo empieza con un sueño y entusiasmo, pero los sueños no son más que eso si no se cuenta con perseverancia, esfuerzo, tenacidad y… nuevamente mucha perseverancia. La fotografía como un modo de vida, que esperas reditúe, no se salva de esta regla, cada día nacen nuevos fotógrafos, ya sean formados o amateur pero siempre surgen por todos lados. Y nos preguntamos qué podemos hacer para marcar la diferencia. Yo diría: ponle pasión, contenido y creatividad.
Cualquiera, con presupuesto, puede tener una cámara digital de gama alta y sacar fotos preciosas con solo poner el modo automático y ponerse en frente de un hermoso paisaje o en la boda de sus primos, pero me pregunto: ¿quiénes realmente toman clases, buscan tutoriales, experimentan, aprenden, comparten e intercambian conocimientos?. La competencia puede hacer celosos a los fotógrafos (no siempre ni a todos) pero lo cierto es que todos hacen su lucha por ganar mercado y ven como un gran tesoro su técnica y creatividad por lo cual son algo dudosos en compartirlo.
Lo impresionante es que los grandes fotógrafos son los que siempre están innovando y compartiendo su trabajo, experiencias y técnicas por medio de blogs, tutoriales y demás medios, en este punto podemos darnos cuenta que han logrado hacer de su pasión su forma de vida y por sobre las ganancias económicas está su amor a la fotografía y en consecuencia los lleva a tener grandes ingresos, sin que su meta sea hacer dinero, su meta es hacer lo que les gusta y es cuando vemos fotografías impresionantes, creatividad en cada grano y percibimos algo especial en esa imagen que nos quedamos admirando por un rato.
En este punto los fotógrafos ya saben que compartir su trabajo o sus experiencias no es dar armas a su competencia porque saben el talento que tienen y que: “el que es perico donde sea es verde” como dicen por ahí. Quien los contrate sabrá que su trabajo será garantía de talento, profesionalismo y excelentes resultados.
Pero esto no lo lograron sólo leyendo o comprando equipo, es importante lograr el equilibrio entre la técnica y el “feeling” dale vida a tus fotos, que cada imagen tenga algo de ti, de tu esencia, ponle sentimiento y que cada click sea un respiro en el que dejes un secreto. Esto es vital para cualquier negocio o sueño. El dinero vendrá solo, aunque deberás ser paciente.
Conoce, práctica, dispara, analiza, entiende y pregunta; pero sobre todo, persevera y no te rindas porque para nadie será fácil ser bueno; y aunque ya no sea el método común, aprende a manejar una cámara análoga, a revelar e imprimir, esto te hará sentir, aún más, tu creación y a disfrutarla en cada parte del proceso.
La fotografía análoga y la digital no tienen por qué estar peleadas, aprende a aprovechar las bondades de cada una y disfrútalas.
Sigue tu sueño y que apretar tu disparador sea eso que te emociona así como ver el resultado en pantalla o en papel.