La esfera es una figura que visualmente es poderosa, en navidad la utilizamos para adornar los árboles, es la figura número uno con la que juegan los niños en un parque, es la protagonista de un gran número de deportes incluyendo el más popular de estos tiempos, pero es además una figura recurrente en los fenómenos naturales, debido principalmente a que es la figura geométrica con menor área superficial por unidad de masa, eso explica porque las gotas del agua y los globos son así. Esta vez hablaremos de una esfera muy particular, la “esfera de aire”.
El espacio dónde está contenida la mezcla de gases del planeta es conocido como atmósfera, palabra que significa “esfera de aire”, pues el aire, al tener masa es atraído por la fuerza de gravedad del planeta conformando una esfera alrededor de él. Esta esfera de aire tiene mucho de qué hablar y es objeto de estudio de muchos científicos alrededor del mundo. Para contestar preguntas como por qué el cielo es azul o rojo, o resolver algunos problemas de contaminación actuales, un primer paso es conocer lo básico de la atmósfera.
Todos los planetas tienen atmósfera, pero según el tamaño de estos y la cercanía respecto al sol, es la composición de la misma, planetas de gran tamaño como Júpiter son capaces de retener gases ligeros como Hidrógeno, mientras que planetas como Mercurio apenas retiene trazas de algunos gases, esto a causa, en gran medida, por la acción del viento solar.
La composición actual de la atmósfera terrestre es 78% Nitrógeno, 21%Oxígeno, y el 1% restante es principalmente argón, y aunque en menos de 0.06% estén contenidos otros gases como el dióxido de carbono, están contenidos en cantidad suficiente como para provocar grandes cambios en todo el planeta, como el efecto invernadero o calentamiento global. Otros gases en cantidades pequeñas pero significativas son las partículas de polvo, el ozono, el vapor de agua y los contaminantes del aire generados por el hombre.
Pero la atmósfera de la tierra no siempre fue como la conocemos, su composición actual la debemos a un suceso singular, que ocurrió hace 2800 millones de años, uno de los tantos tipos de bacterias que había, las cianobacterias, encontraron una nueva fuente de alimento: aprovechar la luz solar para incorporar el hidrógeno de las moléculas de agua. En este proceso liberaban el oxígeno que no les servía, y a través de varios millones de años, y con varios me refiero a poco menos de 2000, empezaron a oxidar los océanos, la superficie y finalmente la atmósfera, que a partir de entonces tendría su color azul característico.
Fuente e inspiración: Ciencia en el aire. Presión, calentamiento, lluvias, vientos, rayos ¡y centellas! en la atmósfera terrestre. Diego Manuel Ruiz. Editorial Siglo XXI. Colección ciencia que ladra… serie clásica. Buenos Aires, 2012.