¿Sabías que hay especies de mamíferos que son mono-ovulatorias como los humanos o las vacas, donde solo paren una cría, y también hay mamíferos poli-ovulatorias como las perritas y los cerdos donde paren muchas crías?.
Este fenómeno se debe porque las hembras durante el proceso de la foliculogénesis (o maduración del folículo ovárico) desarrollan más de dos ovocitos maduros y estos son fertilizados al mismo tiempo, dando lugar a que una hembra, tenga gemelos, trillizos o hasta más de cuatro crías. En los mamíferos poli-ovulatorios este proceso no es extraño, es normal; sin embargo, toma mayor relevancia cuando una especie de mamífero mono-ovulatoria es de importancia comercial, como por ejemplo una oveja o una vaca, ya que durante el parto tiene dos crías o más.
Se ha descrito que el proceso poli-ovulatorio está controlado por unas mutaciones en algunas proteínas del factor de crecimiento transformante TGF-β, es un grupo de proteínas multifuncionales y su acción está relacionada en la regulación de diferentes procesos celulares, tales como la proliferación celular, diferenciación y es fundamental durante la embriogénesis y el desarrollo.
Dentro de esta familia se incluyen la activina, la inhibina, la proteína morfogénica ósea (BMP), los factores de crecimiento y diferenciación GDF9, Hormona Anti-mülleriana (HAM) y la miostatina, entre otras. Cada especie de mamífero e inclusive dentro de una misma raza de una especie, la prolificidad puede estar asociada con diferentes mutaciones, y esto se debe a que las razas se adaptaron y evolucionaron en diferentes ambientes, como por ejemplo las razas de ovejas que tienen pelo, se adaptaron a climas cálidos y las razas de ovejas que tienen lana, se adaptaron a climas templados.
Actualmente, en el Instituto Tecnológico de Conkal, un grupo de profesores, aplicando tecnología de última generación en genética molecular y con apoyo de la bioinformática, están buscando las mutaciones o grupo de genes que están controlando la prolificidad en las ovejas de pelo del trópico. Esto es importante, porque identificar las mutaciones que controlan esta característica en las ovejas de pelo, ofrece un valor agregado a los ovinocultures, aumentando sus ganancias en producción de carne con el mismo gasto de inversión, como ha sucedido en otras razas de ovinos de Europa.