En el año de 1991 fue publicado el libro “Tracking Dinosaurs” escrito por Martin G. Loc- kley. En dicho libro Lockley hace una revisión de la icnología de vertebrados, la cual es una disciplina de la paleontolgía que se encarga del estudio de las huellas fósiles de los dinosaurios. A través de su libro Lockley nos lleva a descubrir el comportamiento y modo de vida de los dinosaurios (paleobiología), así como los ambientes que alguna vez habitaron (paleoambiente). Todo este conocimiento es construido a partir de las huellas que dejaron dichos animales.

Hoy día, gracias al avance de la tecnología de la secuenciación masiva de siguiente generación, conocida en inglés como “Next Generation Sequence”, se ha podido conocer el genoma de muchos organismos, desde los organismos bacterianos hasta el ser humano. Dichas herramientas de secuenciación nos permiten a partir de una molécula de Ácido Desoxirribonucleico poder acceder a la información que conforma a un organismo.

Gracias a esa capacidad de conocer los elementos que constituyen a determinada especie, sus aplicaciones son muchas y variadas. Por ejemplo, las técnicas de secuenciación masiva se utilizan en la medicina forense para lograr la identificación de personas, en los procesos de litigios de paternidad, en la búsqueda de nuevos antibióticos, o en la identificación de la diversidad de especies que habitan un ecosistema.

Con respecto a la identificación de los organismos, las tecnologías de secuenciación masiva se están empleando actualmente para poder identificar las especies de animales o plantas que habitan un determinado ambiente, sin la necesidad de registrarlos físicamente a través de una huella, una imagen o de su captura. Hoy tan sólo es necesario una muestra ambiental como lo es tierra, agua o incluso una muestra de aire, para que a partir de ahí se extraiga el ADN contenido.

La extracción de dicho ADN pasa por un proceso hecho en laboratorio utilizando técnicas de Biología Molecular. Una vez que se logra extraer el ADN de la muestra ambiental, el siguiente paso es secuenciar las moléculas de ADN utilizando las técnicas de secuenciación masiva. Una vez obtenida la secuencia de ADN, lo que sigue es el análisis bioinformático. A través del análisis bioinformático de las secuencias de ADN se puede obtener la información de la especie o las especies a las que dichas secuencias de ADN pertenecen, la función que la proteína codificada en el gen puede hacer, e inclusive es posible reconstruir el ambiente que habitan dichos organismos.

Con las nuevas herramientas de secuenciación masiva hoy día no es necesario tener a un organismo de manera física para poderlo estudiar y saber mucho de él, basta con tener una muestra de su ADN para poder llegar a tal conocimiento. De tal forma que la Biología ha (re)evolucionado para pasar de una Biología in vivo a una Biología in silico. Y tal como Gregory Paul escribiera en 1988 en su libro “Predatory Dinosaurs of the World’: “Las huellas fósiles son extrañamente evocadoras porque capturan directamente los movimientos de seres que alguna vez estuvieron vivos. Son lo más próximo a una  película de dinosaurios‘ que podemos tener”. las huellas del ADN capturan los movimientos de los organismos.

Utilización del ADN para la identificación de especies.

Utilización del ADN para la identificación de especies.

 

  1. Bibliografía

Lockley M.G. 1991. Tracking Dinosaurs

Paul G. 1988. Predatory Dinosaurs of the World.

Barnes M.A, Turner C.R. 2016. The ecology of the environmental DNA and its implications for consevation genetics. Conserv Genet.